El estilo rústico mediterráneo combina la elegancia del sur de Europa con la calidez de la decoración rústica. Materiales naturales, colores suaves y texturas cálidas crean un ambiente relajado y acogedor.
Hoy os vengo a hablar de uno de mis estilos de diseño de interiores favoritos: el rústico mediterráneo. Este estilo es una combinación encantadora de la arquitectura y diseño típicos del sur de Europa, con la decoración rústica de campo. Transmite una sensación de calidez, confort y un ambiente relajado, lo que lo hace ideal para hogares y espacios de vacaciones.
Los colores en este estilo son cálidos y suaves, con tonos tierra como el beige, el marrón y el terracota. También se pueden utilizar tonos azules, verdes y dorados inspirados en el paisaje mediterráneo, especialmente el mar y la costa. Es común utilizar colores cálidos y suaves en las paredes, para crear una sensación de comodidad, con accesorios y textiles que aporten toques más brillantes y coloridos.
Las texturas y materiales son clave para lograr la estética rústica mediterránea. Los suelos suelen ser de cerámica o baldosas de terracota, que pueden ser de color natural o pintadas en tonos pastel. Las paredes pueden ser de piedra, estucadas o pintadas de blanco para dar una apariencia más fresca. También se utilizan elementos de madera, tanto en suelos como en techos y muebles, preferiblemente en tonos claros, pero también en tonos más oscuros para dar contraste.
Los textiles son importantes para aportar textura y calidez. Las cortinas suelen ser de tela ligera y en tonos claros, permitiendo que la luz natural entre en la habitación. Se pueden utilizar cojines y mantas en tonos cálidos y suaves para añadir color y comodidad. Los tapices y alfombras de yute, lana o algodón también son comunes para dar un toque más acogedor.
En cuanto a los muebles, se busca un estilo simple y funcional, sin dejar de lado la elegancia. Los muebles suelen ser de madera maciza, en tonos claros o incluso pintados en blanco o en tonos pastel. También se pueden encontrar muebles de mimbre, ratán o hierro forjado. Es común el uso de sillas con respaldo cruzado y mesas de comedor de madera maciza con patas talladas a mano.
En cuanto a la decoración, se busca una estética sencilla y natural, con elementos que remitan al paisaje mediterráneo. Es común utilizar macetas de terracota con plantas como olivos o cactus, o incluso enredaderas que cubran las paredes. También se pueden colgar lámparas de hierro forjado y candelabros, para dar un toque más rústico. Elementos decorativos como cerámicas, jarrones de cristal y cestas tejidas también son comunes.
En resumen, el estilo de interiores rústico mediterráneo se caracteriza por la utilización de colores cálidos y suaves, materiales y texturas naturales, y una decoración sencilla y natural inspirada en el paisaje mediterráneo. Es una opción perfecta para aquellos que buscan un hogar acogedor y relajante, con un toque de elegancia y sofisticación.
Fotos: Vía Pinterest
