Una base neutra para decorar nuestro hogar es una apuesta segura para después darle color y carácter con los detalles, jugando con las texturas, los estampados y los materiales. Para ello, necesitaremos que los elementos más grandes de la estancia (ej.; las paredes, el sofá, la mesa de comedor…) sean en un tono neutro, tanto en colores cálidos como en colores fríos, pueden ser beige, tostados, marrones, blancos o grises. Así dejamos para los cojines, las mantas, las alfombras y las cortinas, los estampados más atrevidos. Daremos a los complementos las notas de color para que destaquen y den personalidad. Además, son los más fáciles y económicos de renovar según las tendencias y la época del año.
Otro elemento que nos dará un toque completamente distinto a nuestro espacio es el papel pintado, ya sea para vestir de personalidad un espacio especial de casa o para regalar textura y sumar calidez. En este sentido, los papeles pintados con efecto textil son de mis preferidos, porque los hay muy logrados que crean un acogedor efecto de pared revestida de tela, como se aprecia en este pasillo.
Y para crear el mejor contraste de texturas y estampados no nos olvidemos de vestir el sofá. Las mantas en invierno o los plaids para las noches de verano te ayudarán a dar más movimiento al sofá y, si es de líneas muy rectas, restarle rigidez. Colócalas de manera informal en el reposabrazos y el salón se verá más vivo y acogedor.
En la mesa también podemos jugar con los textiles. Para las ocasiones especiales, usar un mantel de lino crudo o blanco hasta los pies. Puedes añadir un sobre mantel o individuales para dar un toque de color. Piensa que al cubrir toda la mesa, queda más redondeada, las esquinas desaparecen y dulcificas su aspecto. Además, en tus celebraciones puedes personalizar la mesa con detalles creativos: confeccionar originales servilleteros con telas o cintas, poner el nombre de tus invitados en etiquetas realizadas a mano, poner un centro de mesa con flor cortada… Las posibilidades son casi infinitas. Lo más importante es que hagas lo que hagas, la mesa refleje el cariño que le has puesto.
La cocina a veces puede pecar de fría, por el acero de los electrodomésticos, una hegemonía de blanco… Una manera fácil y muy eficaz de hacerla más acogedora y cálida es con los textiles, como los paños de cocina, o salpicado con puntos de verde. En este sentido, las plantitas aromáticas son una muy buena opción.
Fuente: El Mueble Fotos: Vía Pinterest
